Dora Ortega
Formada en España, en Terapias Esenias y Egipcias por Esther Pertegal y Joaquim Marzo, según el método completo transmitido por Daniel Meurois y Marie Johanne Croteau. En este momento Dora es la única practicante en Chile de esta terapia.

Nacida y criada en Santiago de Chile, desde niña tuve interés por la espiritualidad, y preguntas que no podía responder en la sala de clases.
A los 16 años mi madre me invitó al primer curso de reiki y a los 17, en clases de filosofía estudiamos el libro El Kybalión; y allí encontré respuestas y el inicio de lecturas relacionadas.
Paralelo a ejercer como ingeniera comercial, continué estudios de reiki, meditación, terapia floral, adaba, aromaterapia, ancestrología, profesorado de yoga, bioenergía canalizada y biomagnetismo.
En el año 2016, en una etapa de cambios y viajes, un nuevo amigo me recomienda a su terapeuta y me invita a recibir una terapia esenia egipcia en Suiza. Esta experiencia me llevó a participar en el primero de tres años y medio de formación en España, buscando continuar mi desarrollo y trabajo personal. Durante este tiempo, descubrí un espacio que me llevó a sintonizar completamente.
El hablar de lo Sagrado, de “ese silencio que no se lee con la mente”, que se recibe en respeto, desde el corazón hacia uno y hacia el otro. Un lugar donde se propone una frecuencia de amor, y puedes tomar la oportunidad de invitar y recibir, de conectar, equilibrar, reparar y sincerar.
Viviendo esta experiencia he encontrado una familia, un sentido que buscaba de niña, e integrando lo aprendido y en constante aprendizaje, es el camino que elijo hoy con ganas de compartir y poder acompañar a otras personas en sus procesos.
Las Terapias Esenias me han permitido comprender que cada Ser, vive procesos únicos, que se expresan a través de nuestro cuerpo, de nuestras emociones, y de la mente. Los engranajes que se unen dentro de nosotros, muchas veces no pueden ser descifrados de manera lógica o analítica. Pueden tener una profundidad insospechada y oculta. La compasión y el amor, son ingredientes clave en un cuidado esenio, el respeto a lo que ocurre dentro de «cada templo», sin forzar, propone una invitación a sanar en su origen.
Agradezco a Esther y Joaquim por compartir estos conocimientos y en especial por su forma de entrega y cariño.